“Yo llevaba una vida de pecados y estaba por separarme de mi mujer, pero un amigo me convenció de ir a una Iglesia evangélica y todo cambió de golpe”, cuenta Miguel Centurión, hoy pastor en un templo de Ramos Mejía. Esta es una más de las historias que demuestran el avance evangélico que tuvo lugar en toda Latinoamérica en los últimos veinte años. Y Argentina no esta fuera de este fenómeno.
El evangelismo creció de forma exponencial en nuestro país. Ingresó en todos los barrios y modificó una estructura religiosa que se mantenía constante desde el siglo pasado. Según la Secretaría de Culto de la Nación más de 3000 entidades no católicas están inscriptas en el país, de las cuales el 90% son evangélicas.
El último dato que existía sobre las creencias religiosas de los habitantes del país correspondía al Censo Nacional de 1960, cuando el noventa por ciento de los encuestados declararon ser católicos apostólicos romanos. Pero, según una encuesta revelada en el mes de agosto de 2008 por el Conicet, en la actualidad tres de cada cuatro argentinos profesan ese credo. Esto confirma la pérdida de fieles que muchos suponían que existía en la Iglesia argentina, pero que hasta ahora era imposible de demostrar.
El aumento de las religiones evangélicas, principalmente las pentecostales, se dio en las últimas dos décadas del siglo XX. En el censo de 1960 sólo representaban el dos por ciento de la población, pero en la encuesta del Conicet dirigida por el sociólogo Fortunato Mallimaci, el nueve por ciento se reconoció practicante de esta religión.
El acto que realizó Luís Palau en marzo pasado reunió a casi 500.000 personas. Desde los años 80, una parte de los que se convierten lo hacen debido a la acción de pastores que llegan para predicar en masa. “Cuando vino Carlos Anacondia hubo conversiones en masa, el tenía algo especial que atraía a la gente”, contó Celia Dall’Armelina, una ex catequista que se hizo evangélica gracias a que las palabras de este pastor, explicó ella, la ayudaron a salir de una situación de enfermedad.
La única forma de conocer la posición oficial de la Iglesia Católica sobre este tema es a través de un pequeño párrafo en un documento de 2007 llamado “Aparecida”, realizado con el fin de crear los lineamientos para los próximos años. En referencia al problema, el texto dice que la razón por la que las personas se alejan no es dogmática, sino "vivencial", y pide que los sacerdotes ayuden a que los fieles tengan un “encuentro personal con Jesucristo”.
Igualmente, una fuente del arzobispado de Buenos Aires que pidió reserva de su nombre, comentó que ellos no se preocupan por atraer a los fieles que decidieron adoptar otras religiones: “Las acciones que se realizan aquí no son para cooptar a la gente, sino para ayudarlos. Nosotros no vamos a ir a buscarlos, cada uno lo elige en forma personal”.
Desde algunos sectores del evangelismo aseguran que quienes se acercan “es porque quieren dar un giro a su vida”. El pastor Miguel dijo que en su iglesia se contiene a las personas, y que se les enseña a seguir el camino de Cristo. La mayor parte de los que llegan a esos lugares aseguran que la contención es vital, porque comprenden sus problemas y los ayuda a sentirse parte de un colectivo espiritual.
Nicolás Rosenthal, presidente de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), a la que pertenecen los credos que surgieron en las culturas anglosajonas y llegaron al país a mediados de 1800, aseguró que los evangélicos “van más al encuentro personal, a contar la Biblia en primera persona”, aunque criticó a los sectores que realizan su prédica con marketing.
Entre estos últimos se encuentra la Iglesia Universal del Reino de Dios, el culto que más presencia tiene en los medios de comunicación. Realizan todas las noches un programa en vivo por un canal de aire y también son dueños de una radio AM. Su templo principal, ubicado en el viejo mercado de flores de Almagro, tiene capacidad para 1500 personas y está equipado con la mejor tecnología. Llegaron a la Argentina en 1990 y actualmente tienen 131 sedes en todo el país. Las reuniones son multitudinarias y espectaculares. Duran dos horas y en ellas aseguran que Dios puede sanar desde los problemas económicos hasta los personales y familiares.
Buena parte de quienes van a la Iglesia Universal lo hacen luego de algún conflicto importante en sus vidas. Ivana Juárez era adicta a las drogas hasta que llegó al templo de Lomas de Zamora. “Sentía un gran vacío y lo pude llenar con la fe en Dios”, aseguró
Desde la Iglesia Católica creen que el crecimiento es importante pero no en un nivel alarmante. “El aumento es significativo, pero no tanto como se creía”, aseguró Guillermo Marcó, ex director de prensa del Arzobispado de Buenos Aires.
Para Rosenthal, las iglesias pentecostales “tuvieron su punto máximo en los noventa”, pero cree que no habrá un nuevo resurgir. Algo en que los pentecostales creen fervientemente. “Cada vez veo más gente, y la crisis va a traer mucha más”, contó Claudio Páez, un evangelista de Haedo que dejó el heavy metal por el rock cristiano.
Primera encuesta sobre creencias y actitudes religiosas
Juan Cruz Esquivel fue el coordinador de esta encuesta llevada a cabo por el Conicet. El proyecto fue presentado en 2004, pero recién en 2007 pudo realizarse. “Queríamos determinar cual era la estructura religiosa en la población argentina”, dijo a LN/UTDT. Partiendo de la falta de datos sobre el tema, el trabajo del Instituto Ceil-Piette fue valorado en todos los ámbitos, tanto religiosos como laicos. “Tuvo muchas repercusiones y nadie discutió su verosimilitud, hasta nos lo pidieron pastores y curas de todo el país”.
Los datos duros muestran que sobre 2403 casos relevados, un 76.5% se considera católico, y un 9% dice ser evangélico. Pero también hay otros datos relevantes. Se pudo comprobar una desinstitucionalización, o sea, que cada vez es menor la relación con las instituciones eclesiásticas.
Los evangélicos son quienes más concurren a la iglesia. El 60,6% aseguró asistir muy frecuentemente al templo, un número que supera ampliamente a los católicos, ya que sólo un 25% va a misa.
“Este tipo de encuesta es importantísima, porque permite ver un panorama general de las religiones. En el país no se hacía un relevamiento desde el Censo de 1960. Luego se quitó de las preguntas y nunca más se volvió a realizar. En otros países cercanos, como Uruguay y Brasil, hacen estas preguntas en el censo nacional y luego lo actualizan en las encuestas permanentes de hogares”, aseguró el investigador.
En Uruguay existe la Encuesta Continua de Hogares, que se realizó en 2006. En ella, sólo se hizo un relevamiento cuantitativo. Se pudo determinar que el 47,7% es católico, un 10,8% “no católico”, un 23% “creyente en Dios sin confesión”, y un 17,1% agnóstico. En Brasil los últimos datos son de 2000 y corresponden al Censo Demográfico. Allí un 73,6% se consideraba católico, un 15,4% evangélico, y sólo un 7% “sin religión”. A partir de ese censo pudo determinarse que Brasil es el país con más católicos del mundo.
Avance Evangélico
La encuesta fue también una manera de hablar del tema que dominó las discusiones religiosas durante 15 años: el avance de los evangélicos. Inclusive ellos dicen que el número es mayor.
Además del relevamiento hay otra forma de cuantificar esta percepción. En Argentina existe la Dirección General del Registro Nacional de Cultos. Dependiente de la Secretaría de Culto de la Cancillería, se encarga de ser un nexo entre el Estado y las confesiones que no sean católicas. Andrea De Vita, su directora, aseguró a LN/UTDT que los registros de cultos evangélicos subieron en los últimos años. “Más de 3000 entidades están inscriptas en el país, de las cuales el 90% son evangélicas”. Estas 3000 entidades son “casas centrales”, ya que en total hay más de 24.000 filiales religiosas o templos en Argentina.
Para el presbítero Guillermo Marcó, ex vocero del Arzobispado de Buenos Aires y actual director del Servicio de Pastoral Universitaria, hablar de un número mayor de evangélicos es una falacia. “En las últimas movilizaciones evangélicas hubo reclamos de una total equiparación aduciendo ser ya un 15% de los cristianos, pero, como vemos, las cifras son más modestas, además de lo diverso que es el llamado ‘mundo evangélico’. De hecho, en sus actos multitudinarios se cuentan grupos que poco tienen en común. En ese mundo se cuentan también los pastores brasileños que inundan por la noche las pantallas de TV.”, aseguró.
Pero la pregunta es: ¿Por qué existe el traspaso de fieles? Todos coinciden en que las iglesias evangélicas proponen una relación más cercana con Dios. “El contacto es más directo, y además hay una actitud de ir al encuentro con los fieles”, argumenta Nicolás Rosenthal.
Como se podía esperar, esto también se transmite a toda una familia. Nilda es la mujer de Miguel Centurión. “Cuando vi que mi marido pudo ser una persona mejor, me di cuenta que también me iba a servir a mi”, cuenta. Hoy en día es pastora y acompaña a su marido en las reuniones.
Alberto Wittmer, que concurre a una iglesia evangélica pentecostal en Morón, cuenta que “muchas cosas de la Iglesia Católica” no le gustaban, y que por eso se alejó. Dice que luego de acercarse al evangelismo pudo tener un contacto más directo con la fe: “Ahora se que gracias a esta iglesia conocí realmente a Dios”. Varias veces por año recorre plazas con una mesa y algunas sillas, y va junto a su mujer a evangelizar. No es pastor, pero lo siente como una actividad más de las que le pide Jesús.
A pesar de este avance, muchos piensan que el fenómeno ya terminó. Juan Esquivel dice que los evangélicos están sufriendo un “amesetamiento”. “A partir de la comparación de esta encuesta con algunas anteriores se puede determinar que se está estabilizando el número de evangélicos”, dijo a LN/UTDT. El pastor evangélico Miguel Centurión no concuerda con Esquivel. El cree que con la crisis habrá un traspaso aún mayor. “Aquí en el templo la gente encuentra realmente a Dios, lo tiene más cerca. En momentos como este de crisis las personas necesitan aún más a Dios.”
En declaraciones a LN/UTDT, Marcó aseguró que hubo un traspaso de fieles, pero que muchos están volviendo al catolicismo. “Hay que cuidarse de los clichés, como decir que la iglesia católica pierde fieles”. Dijo que hay que seguir los conceptos de “Aparecida”, hacer una iglesia más misionera.
La Iglesia Universal y el diezmo evangélico
“(…) Es la fe la que mueve nuestro mundo/y en los tiempos que corren puede ser/que no veas ni rastro de su magia/que no queden colores para ver/y a la mínima oferta convincente/te entregaste sin como ni por qué/a los que salvan almas por dinero/sin saber de tu vida lo que fue (…)”
Cuplé del Pastor Martínez - Murga Contrafarsa (2002)
Otro de los fenómenos es la Iglesia Universal del Reino de Dios. Surgida en Brasil en la década del 70, mezcla elementos de varias religiones con sesiones de exorcismo, liberación y cura. Predican la idea de que la mala suerte de las personas se explica por la presencia del demonio. Como salida para esos males, la iglesia les ofrece a los fieles la “Teología de la Prosperidad”, surgida en los Estados Unidos, un discurso que predica que la pobreza es obra de Satanás, y les promete ascenso social a las clases más pobres.
Su principal centro de reunión en el país es en un templo con capacidad para más de 1500 personas que está ubicado en el viejo mercado de flores, sobre Corrientes, en el barrio de Almagro. Todas las noches se puede ver el programa “Pare de Sufrir” por América TV y América Noticias, en el que se cuentan testimonios de quienes estuvieron en la mayor miseria o enfermedad y logaron salir adelante gracias a la fe.
Tamara Irusalimsky sufría con tormentos espirituales. “Escuchaba voces que me llamaban y cuando me daba vuelta no había nada, veía sombras que corrían por la casa, sentía que entraban en mi cama, tenía fuertes dolores de cabeza constantes”. Además sufría de bulimia, anorexia y grandes bajones de presión. “Después empecé a participar en la IURD gracias a una amiga de mi mamá. Hice las cadenas con fe y perseverancia, y fui viendo el cambio en mi vida. Fui liberada, sanada, hoy disfruto de una vida nueva gracias al Señor Jesús”, cuenta.
También hay quien sufre por amor. Pabla Gamarra llegó de Corrientes con el propósito de ser feliz junto a su hija, ya que venía de una separación. Aquí conoció a un hombre con el que tuvo muchos problemas. “Vicios, peleas, celos por parte de ambos, agresiones tanto físicas como verbales, nos llevaron a separarnos siete veces”, recuerda Pabla. Hasta que un hermano la invitó a la IURD y ahí comenzó el cambio. “Lo amenacé a mi marido con que no volvería con él si no me acompañaba. No fue fácil, pero vencimos. Hoy podemos decir que somos una familia realmente feliz, gracias a Dios”, concluye.
La principal crítica que se le hace a la Iglesia Universal es por el dinero que les piden a sus fieles. En una reunión llevada a cabo en noviembre, en el primero de seis domingos de “Transformación”, el pastor Mario dio a entender que para alcanzar la salvación hay que entregar todo lo que uno tiene. Y comenzó a citar un pasaje de la Biblia en el que se habla del encuentro de Jesús con una viuda: “Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas”. Luego se frenó, y dijo que lo que iba a decir a continuación era muy importante para todos. “Y Jesús dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Porque todos aquellos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; más ésta de su pobreza echó todo el sustento que tenía”. De esta manera, dejó en claro que lo importante era dejar todo el dinero que uno tenía. “La limosna no le sirve al señor, hermano, deben sacrificarse por Él”. Luego aseguró que el que quería transformar su vida “debería sacrificar todo lo que pudiera”. Inmediatamente aparecieron los “obreros”. Portaban unas tinajas, unas toallas y unas vasijas de cerámica. “Levanten su diezmo –dijo el pastor- y demuéstrenle al señor que se sacrifican para transformar su vida. ¡Hagan como la viuda!”. Todos levantaron unos sobres en los que, a trasluz, se podían adivinar billetes doblados.
“Ahora, los que traen su diezmo, pueden lavarse las manos y limpiarse con el aceite sagrado” En ese momento decenas de “obreros” estaban uno al lado del otro al fondo de la sala. Allí tenían los elementos para limpiar a los fieles más fieles. La gente se lavaba las manos en las tinajas, se las secaban y luego se untaban con el ungüento. Mientras tanto, el pastor aseguraba que todos tienen derechos y obligaciones, y que una de ellas es sacrificarse por el señor. La recompensa: en ese sobre con el diezmo iba incluida una plegaría, que sería llevada por los pastores a los siete montes bíblicos. Luego, todos volvieron a sus asientos.
Ante la consulta de LN/UTDT, el pastor Mario no quiso referirse a la reunión. “Aquí no hay secretos, lo que hacemos se ve en el acto que realizamos, en la fe que se manifiesta”. Una de las curiosidades es que ante el pedido periodístico los guardias de seguridad no permitieron que se grabara, filmara, y ni siquiera que se anotara lo sucedido en la reunión. En Morón sucedió algo peor. Directamente no dejaron acceder a LN/UTDT al templo, ya que argumentaron que no querían perturbar a los fieles.
Nicolás Rosenthal, criticó duramente a las iglesias “electrónicas”, como el las llama. “No le hacen bien a la imagen del evangelismo. Nos pone mal que la gente piense que todos son como esas iglesias comerciales”.
El diezmo es, como el nombre lo indica, el diez por ciento del sueldo. Una contribución que hacen los fieles a la iglesia. Al igual que en la IURD, los pastores evangélicos piden una contribución. Pero el argumento es otro, arreglar el templo, ayudar a los fieles que estén en una mala situación, e incluso sostener económicamente al pastor. “Yo vivo de esto y ayudo a todos. Además no recalcamos todo el tiempo que deben pagar el diezmo. Quien se compromete con la iglesia sabe que lo debe hacer”, asegura Miguel Centurión. Los fieles dan regularmente un porcentaje de su sueldo.
Para Guillermo Marcó esto es una práctica que no debería existir. “Nosotros pedimos a quien pueda colaborar, jamás la Iglesia Católica va a exigir. Para los evangélicos es obligatorio el diezmo”.
¿Resurgimiento Católico?
En mayo de 2007 los cardenales y obispos del Episcopado de Latinoamérica y el Caribe se reunieron con un objetivo principal, renovar la tarea evangelizadora y revertir la pérdida de feligreses que ha generado una crisis en el catolicismo. El lugar elegido fue Aparecida, cerca de San Pablo. Allí está Nuestra Señora de Aparecida, la segunda basílica más grande del mundo después de la de San Pedro en el Vaticano. Esta virgen es de color castaño y fue oficialmente proclamada como Patrona de Brasil en 1930 por Pío XI.
El documento “Aparecida” fue un intento de renovar a la Iglesia Católica. La “ofensiva” consiste en tomar acciones para frenar la pérdida de fieles, ocuparse mejor de los católicos que están alejados de la vida religiosa, acompañar particularmente a los sectores más necesitados, en la región más desigual del planeta, y revitalizar espiritualmente sus comunidades religiosas. El esfuerzo incluye una “potenciación de la presencia del catolicismo en la vida pública, mediante un mayor compromiso cívico de los laicos, junto con la continuación de la firme denuncia de todo aquello que afecta la dignidad humana”.
Esta renovación se empieza a ver en algunos lugares de la Argentina. A pesar de que muchos ven a la Iglesia Católica como una entidad anacrónica, se puede advertir que esto corresponde más que nada a las cúpulas eclesiásticas. Al ser algo tan grande y con tantas diversificaciones en el país, en la Iglesia argentina se pueden ver acciones que buscan volver a atraer a los fieles.
La peregrinación a Luján que se realiza el primer domingo de octubre de cada año reúne a casi un millón de fieles. “La peregrinación es una de las formas más representativas de esa iglesia cercana a la gente que se pidió en Aparecida”, aseguró el padre Marcelo Bourdieu, quien estuvo en la organización de las peregrinaciones hasta el año pasado. Ahora es párroco en la Iglesia Nuestra Señora de Balvanera, donde se encuentra San Expedito, que al igual que San Cayetano y otros santos, son venerados por miles de personas y representan los grandes movimientos católicos.
Para Nicolás Rosenthal, las grandes procesiones de la Iglesia Católica son comparables a la cercanía de los evangélicos de la que él habla. Rosenthal, además de presidente de la FAIE, es miembro del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, por eso muchas veces su visión es tan diferente a la de los pentecostales.
Si se hace un recorrido por las pequeñas parroquias de Capital Federal y Gran Buenos Aires, pueden encontrarse pequeñas o grandes demostraciones de esta iglesia que se acerca más a la gente.
El sábado 1º de noviembre de 2008 se realizó el “Don Bosco Rock”. Diez bandas de estudiantes o egresados de colegios salesianos se reunieron para tocar ante 500 personas en el Colegio San Antonio de Boedo. Todo lo recaudado fue a beneficio de los Hogares Don Bosco, en donde viven cientos de chicos. “Esta es una manera de ayudar a los pibes de los hogares y además acercar a los jóvenes a la iglesia”, contó Daniel Blanco Mengoni, director de los hogares. Blanco Mengoni dijo que la iglesia los apoyó totalmente, y no sólo la Orden Salesiana. De hecho, la invitación al festival fue distribuida también por AICA, la agencia de noticias de la Iglesia Católica. Los organizadores de todo fueron los integrantes del Batallón 15 Scout. Su coordinadora, Cintia López, dijo que le “encanta ayudar de cualquier manera a los pibes de los hogares”, y que ofrecieron el lugar donde se reúnen porque muchos de ellos tienen bandas de rock.
Alejandro Fernández, preceptor del colegió Pío Nono y guitarrista y voz de “Resilientes”, una de las bandas que participó, afirmó que “Don Bosco se acercaba a los pibes para ayudarlos a encontrar su fe”. Dijo también que el rock es educativo y que a los chicos los puede acercar a Dios
Cuenta la historia que en este colegio de Boedo fue donde comenzó la vida de San Lorenzo de Almagro. El cura salesiano Lorenzo Massa, habiendo observado cómo un tranvía casi atropellaba a un chico que jugaba en la vereda, los invitó a jugar en los terrenos de la iglesia, y a partir de ahí nació el club. “Siempre los salesianos tratan de acercar a la gente a la iglesia. Sea por el fútbol, como Massa, o ahora a través del Rock”, aseguró Fernández. Las cenizas del padre Massa fueron trasladadas a la capilla del colegio el día anterior al Don Bosco Rock.
También hay cambios de parte de los sacerdotes que comienzan a transitar en el catolicismo. En pequeñas parroquias se busca que la iglesia sea parte del barrio. Juan Herrera fue ordenado sacerdote en diciembre y comenzó a trabajar en la Parroquia Cristo Rey, en Palomar. Una vez por semana recorre diferentes zonas del barrio y va casa por casa a contar que se hace en la iglesia y a preguntar si necesitan algo. “Es una forma de acercar la iglesia a la gente, también misionamos en La Pampa. Lo hacemos para atraer fieles, porque creo que el acercamiento a Dios ayuda a la gente. El concepto clave es la participación”, cuenta el padre Juan.
Los Carismas: “Dones Ministeriales”
En su primera carta a los Corintios, San Pablo dice: “En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia”. Y luego enumera cuales son esos carismas. “Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu. A uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia; a otro, fe, a otro, carisma de curaciones, a otro, poder de milagros, a otro, profecía, a otro, discernimiento de espíritus, a otro, diversidad de lenguas, a otro, don de interpretarlas. Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad”. A partir de estos dones surgió en la década del 60 un movimiento llamado Renovación Carismática. Aparecido en EEUU, se caracteriza por una fuerte efusión (manifestación) del Espíritu Santo en la vida del creyente similar a lo ocurrido y experimentado el día de Pentecostés por los apóstoles. Mucha gente sale espantada de las misas, por los gritos, alabanzas y demostraciones de fe y carismas que se manifiestan.
Hugo Almirón es parte de esta tendencia. Hace 25 años que oficia misas carismáticas. En una de ellas, en la Iglesia Nuestra Señora del Loreto, hubo una asistencia de más de 300 personas. Poca gente para algunas reuniones evangélicas, pero mucha para una misa católica un domingo a las 3 de la tarde. Durante la misa pudieron oírse los gritos de alabanza, los pedidos de salud, y pudieron apreciarse dos hechos que son los que menos agradan a muchos obispos: los carismas y la imposición del Santísimo.
Los carismas, como decía San Pablo, son demostraciones de fe, de comunión con el Espíritu Santo. Uno de ellos es el Carisma de Lenguas. En un momento de la misa, el Padre Hugo comienza a cantar en un idioma extraño. Luego dirá que no sabe exactamente cuál era. Se sumaron dos personas, que también hablaban en un idioma que podría ser hebreo o arameo. Luego el Padre traducía lo que los fieles decían. El Carisma de Lenguas es hablar o interpretar lenguas desconocidas.
La imposición del Santísimo es quizá la causa más importante del rechazo a este tipo de misas. Luego de la celebración de la comunión, el padre camina entre la feligresía y le apoya a cada uno una cruz dorada que tiene una hostia dentro. Durante unos segundos pronuncia una frase inentendible y mucha gente cae al piso. “Eso es el ‘Descanso en el Espíritu’, y es un don que me provee el Espíritu Santo para que Él pueda llegar a las personas y las ayude a sobrellevar sus problemas”, cuenta Hugo Almirón en su consultorio psicológico, ya que además de cura es filósofo, psicólogo y teólogo.
Según Almirón la diferencia entre una misa evangélica y una carismática es que él lleva adelante una misa, en donde se venera a la virgen y en donde se comulga. “Luego tenemos similitudes, como las alabanzas y los pedidos al Espíritu Santo”, concluye.
Para el Padre Martín Bourdieu, la Renovación Carismática es uno de los pilares del crecimiento de la Iglesia Católica. “Jesús no se encasilló en una forma de acercar a la gente. Si el desafío es no estancarse, hay que respetar los carismas. Entiendo a quien está acostumbrado a las misas tradicionales, pero hay cada vez más gente que se identifica con los carismáticos”, afirmó.
Críticas y apoyos a la Renovación Carismática
En una recorrida por iglesias católicas donde se realizan “misas tradicionales”, puede observarse el rechazo de muchos al movimiento carismático. Fernando Cavallini concurre siempre a misa. “No me gustan los que prometen ayudar y son puro marketing, yo no quiero eso para mi iglesia, quiero que eso se dé con el trabajo”. Para Fernando, “cada uno debe decidir voluntariamente si quiere acercarse a Dios”.
Alexander tiene 23 años y dice que la publicidad no le sirve a las religiones. “Las obras scouts, de Caritas y todas las ayudas sociales son la mejor publicidad”. Va regularmente a la Iglesia porque siente que necesita hablar con Dios.
Pero quienes van a estas misas carismáticas no piensan lo mismo. María sigue al Padre Almirón a toda iglesia donde predique. “Yo voy a misas tradicionales también, pero en las misas del Padre Hugo puedo alabar libremente al Señor, renovar mi fé”.
Ana Esther Alegre dice que simplemente “le hace bien”. “Nunca voy la Iglesia, pero después de muchos problemas que tuve mi tía me acercó. Ahora vengo porque me ayuda a seguir adelante”.
A pesar de las críticas de algunos, el Cardenal Primado de Argentina y Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, asistió el primer domingo de Cuaresma a una misa carismática en el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, en San Justo. En 2007 Bergoglio se había dirigido a la Renovación Carismática. En la misa anual de esta congregación, el cardenal les hizo un pedido: “Y esto es lo que hoy les pido a ustedes: Movidos por el Espíritu Santo metan a todos los que están cerca de ustedes en el Misterio de Dios. Háganlos entrar al Misterio de Dios. Ustedes no, el Espíritu Santo. Pero ustedes sean el conducto del Espíritu Santo para que esta sociedad, todos, hermanos nuestros, que recibieron el santo Bautismo, la mayoría que tiene el sello del Espíritu, la Unción del Espíritu, que ellos reconozcan que el camino es por el Misterio de Dios. Peleando, no ganamos nada. Al estilo del Espíritu Santo”.
Benedicto XVI también confía en que la Iglesia argentina pueda renovarse acercándose mas a la gente. En una reunión llevada a cabo el 13 de marzo en el Vaticano, el Papa le dijo a los obispos y cardenales argentinos que “es de suma importancia reconocer, valorar y estimular la participación de los religiosos en la actividad evangelizadora diocesana, a la que enriquecen con la aportación de sus respectivos carismas”. Y también les advirtió que para ello “hay que llevar a los fieles a tener una experiencia más viva de Jesucristo y del misterio de su amor”.
Sólo el tiempo dirá si en nuestra sociedad continuará el crecimiento de los cultos evangélicos, en especial el de los pentecostales, o si este avance de los últimos años se frenará y la Iglesia Católica ganará nueva fuerza.