El uruguayo Mario Alles contuvo el penal que podría haber salvado a San Lorenzo en 1982
En Argentina se jugaba el Torneo Metropolitano 1981, cuyos principales animadores eran el Boca de Maradona y el Ferro de Griguol. No existían los promedios y los dos últimos de la tabla general descendían directamente. San Lorenzo llegó a la última fecha con 28 puntos y disputaba un partido decisivo contra Argentinos Juniors, que con un punto menos peleaba también por mantenerse en Primera (Colón ya estaba descendido). Tras malograr un penal decisivo, San Lorenzo no pudo aguantar un empate que lo hubiera salvado de jugar en la B.
Cuando iban 40 minutos del primer tiempo el tucumano Carlos Salinas puso el 1-0 para los Bichos, tras un penal cobrado por el arbitro Carlos Espósito. Los de Boedo, que ya jugaban de local en cancha ajena tras vender el Gasómetro, se convirtieron en el primero de los grandes en irse a la segunda división. El Gordo Soriano describía así el descenso: "Esto no es una despedida. Es, más bien, un abrazo de bienvenida al reino del olvido. Juntos, entramos en un largo invierno". Al año siguiente llegó el ascenso, con una campaña que revolucionó la segunda división. Estadios llenos, gran nivel futbolístico y la vuelta a una categoría en la que siempre debió estar.
La temporada 82/83 trajo una modificación que llega hasta nuestros días: la tabla de promedios. Se sumaban los puntos de los torneos metropolitanos de ambos años y se dividían por 2. Racing Club fue el primer grande que sufrió la famosa ecuación del descenso. Tras perder 4-3 con su homónimo cordobés en diciembre de 1983, el equipo que dirigía el famoso Juan José Pizzutti fue condenado a jugar los sábados. Pero a diferencia de San Lorenzo, tardó mucho en volver.
Su incursión en la Primera B fue negativa, ya que en ambas temporadas no pudo alcanzar el único ascenso directo. En la 83/84 la Academia perdió la final del octogonal por el segundo ascenso ante Gimnasia y Esgrima de La Plata. Recién en la 84/85, tras jugar nuevamente el torneo por ese preciado segundo lugar, logró el ascenso a la Primera División del fútbol argentino. Pero su historia con la B no termina allí. En 2008 disputó una promoción con Belgrano en la que pudo mantener la categoría tras empatar en Córdoba y ganar 1-0 en Avellaneda.
Cuando en 1983 se instauraron los promedios, el principal beneficiado fue River Plate, que había quedado anteúltimo pero zafó por los puntos de la temporada anterior. Tuvieron que pasar 27 años para que el equipo de Nuñez cayera en desgracia. Ya con el nuevo sistema de promedios de sumar los puntos de tres temporadas, River quedó en zona de Promoción en la 2010/11 y debió jugar contra Belgrano. Tras perder 2-0 en Córdoba y empatar en el Monumental, el equipo dirigido por Juan José López perdió la categoría.
Actualmente comparte la punta del Nacional B con Instituto de Córdoba y depende de si mismo para lograr uno de los dos ascensos directos. Si no llega a lograrlo, aún tiene la instancia de Promoción para volver a la Primera. Pero eso sería desastroso para todos los hinchas de River.
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