Finalmente Obama se convirtió en el 44º presidente de los Estados Unidos tras ganar las elecciones de noviembre de 2008. Asumió en enero del siguiente año y desde que está en el poder logró algunos cambios relativamente menores, como la reforma en el sistema de salud o el retiro paulatino de las tropas que se encuentran en Irak. Poco para alguien que había llegado prometiendo grandes cambios bajo el lema "Sí, podemos".
En estos dos años una parte de la sociedad estadounidense decidió que Obama no era lo que esperaban, y que un cambio era necesario. Y cómo sucede muchas veces, ante los fracasos de ciertos progresismos, la derecha avanza rápidamente. Este es el caso del "Tea Party Movement", un sector dentro del Partido Republicano que comulga con las ideas más reaccionarias que se puedan imaginar. Su nombre se debe a un hito en la historia estadounidense, cuando los colonos rechazaron la política inglesa de decidir qué impuestos debía tener la exportación del té.
Creado por Sarah Palin en 2009, este grupo fue ganando espacio en las intenciones de voto dentro del Partido Republicano. Arrasó en las internas partidarias de varios Estados e incluso se cree que accederá a una gran cantidad de bancas en el Parlamento. Pero, ¿quiénes son y qué intenciones tienen?
En su sitio web explican los valores fundamentales del movimiento: responsabilidad fiscal, límites constitucionales al gobierno y libre mercado. A esto hay que agregarles un marcado dogma religioso y un rechazo a los inmigrantes.
Dentro del movimiento hay algunos candidatos que vale la pena destacar. Christine O'Donnell es uno de los mejores ejemplos. Católica ultraconservadora, la oriunda de Delaware rechaza a los homosexuales, a pesar de tener una hermana lesbiana, los métodos anticonceptivos, la masturbación y la separación Iglesia-Estado. También defiende el derecho a portar armas.
Otro candidato que muestra ciertos aspectos del movimiento es Marco Rubio. De origen cubano, este abogado de 39 años se perfila para ganar las elecciones de Florida. Es defensor a ultranza de las leyes que persiguen a los inmigrantes, como la aprobada en Arizona. Uno de sus pedidos es "asegurar las fronteras", ya que no sólo ingresan ilegales, si no que con ellos también lo hacen "drogas, armas, violencia y posiblemente terrorismo".
Tras ganar las primarias en varios Estados, los hombres y mujeres que componen el Tea Party intentarán ganarle a los demócratas para así también quitarle la mayoría en el Parlamento a Obama. Esa es su gran lucha, aunque algunos de ellos, como Palin, ya estén mirando el 2012 como un objetivo a lograr.
Los analistas están desconcertados. Aún no saben si arrasarán en algunos Estados de tendencia conservadora, como los del sur, o si sus ideas extremas harán que los demócratas ganen fácilmente debido al rechazo de una clase media moderada. Esa es la gran duda de cara a las elecciones del 2 de noviembre, donde puede definirse buena parte del futuro político de Obama.
lunes, 25 de octubre de 2010
¿Estamos invitados a tomar el té?
Hace apenas dos años todos hablábamos de la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca. Un negro lideraba las encuestas para acceder a la presidencia de Estados Unidos. ¿Un cambio en la sociedad norteamericana? ¿O un simple momento pasajero?
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2 comentarios:
A la derecha del té está la pared... bebida oligarca y facista si las hay!
Símbolo de los anglosajones, esos que primero conquistaron al mundo con Inglaterra, su armada y los piratas, y luego lo hicieron con los yanquis, su globalización y su estilo de vida.
No me había puesto a ver eso. Buena observación...
abrazo!
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